Es curioso cómo cuando te empiezan a pasar muchas cosas, como que no puedes asimilarlas. Luego viene la calma, el tiempo para pensar, para desglosar lágrima por lágrima, buscándoles un porqué, saboreando el sabor de cada una, que se te confunden con la sonrisa y las carcajadas que tuviste justo minutos antes.
Un día casi acaricié la felicidad, todos nos miraban, todos pensaban "ellos son felices" y sonreían por dentro, les regalamos una esperanza con nuestros abrazos, risas, secretos al oído. Ese día fue el último, pero los demás no lo saben, para ellos ese instante es el eterno, es el que tienen en su mente como la imagen de amor verdadero.
Dos horas después lloraba, no entendía sus palabras, no lograba hilarlas. Mucho menos las razones; cada argumento estaba lleno de cosas ilógicas para el corazón. Se destrozó frente a mí a gajitos la idea de esa felicidad.
Lo único que sé de cierto es que viví esa etapa al máximo, que di todo, que pude experimentar en carne propia una historia de amor única, con aventura, riesgos, intimidad, conexión, cosas prohibidas, clandestinidad, mentiras para poder vernos "a horas no adecuadas".
Nunca fui siquiera la que puede llamarse "novia", pero sé que fui más en la intimidad, que fui el alma y el corazón alado que te revoloteaba y reías, que te descifraba siempre, que te llenaba de respuestas y te contaba cómo podía ser parte de una pintura, de una postal, platicando de todo y nada, regalando silencios a veces por la paz interna que tenía.
Lo demás, es nada, es tiempo, es mediocridad y rutina. Sé que cuando llegue a vieja, mi piel se arrugue y me siente en una terraza de mi casa para sentir los rayos del sol, bastará cerrar los ojos para percibir nuevamente cada sensación, volveré a tener 26 años, volveré a mirar en mis recuerdos mi piel tersa, su torso estará sobre el mío, sus labios serán nuevamente esa fogosidad hecha carne, su silueta estará sentada sobre el piso de la estación del metro, sus brazos rodearán mi cuerpo y yo, aunque esté sentada en una silla, plácida, tranquila, sentiré el corazón palpitar como la primera vez. Eso nadie me lo quita, ni él mismo podrá hacerlo jamás.
Duele, sí, un chingo, pero qué maravilloso mirar atrás y ver la pasión ardiendo, sujetar las cenizas entre las manos aunque se derramen y desaparezcan, aunque los segundos y el aire se lleven todo lo que aparentemente fue, y que yo alcanzaré alguna vez.
Sólo el tiempo, el fuego y las cenizas.
5 comentarios:
He sentido esa casi felicidad, esa pasión, y he saboreado lo agridulce de cada recuerdo que han dejado en mi caso. Pero áun más, he sentido ese dolor cuando ves las cenizas partir.
Wow, que impresion, por un momento me imagine en esa silla.
Que delicia de emociones.
saludos
"Sólo el tiempo, el fuego y las cenizas."
Pues que te puedo decir.....sabes, a mi me paso algo muy parecido.....y no es bueno querer tanto a alguien. No se, ahora lo medio aclaro, si, amar, pero no todo.......
Te dejan echo guiñapos, no, algo asi no debe ser tan bueno. Por eso hay que llevarse mucho cuidado con las mujeres, o los men (sinceramente si yo viera sido ladie, sin dudarlo, seria lesbiana, sip, jiji)y lo dice uno facil, sentado en la compu, haciendola al blogger cool..........lo cierto es que, estando alli, enfrente, viendola a los ojos, y teniendo todo el mundo en las manos, todas las ilusiones, ahi, fundidos en un cafe italianis, en un lugar lejisisisisisisimos, y totalmente gastados nomas de los puros pasajes del autobus........ahhhhhhhhhhhh pero si, eso nadie me lo quita, como bien dices, ni ella con su dañez de bloquearme en el twitter, no, ni ella me quita a mi mi feliz momentum en que me gaste setecientos pesos en dos horas (el trayecto en el camion no cuenta, jiji)ni la caminanta al quesque centro de su pueblo (eso no era ciudad, era un pueblo grandote...jaja) ni cuando le dije "te puedo abrazar", y la abrace, y andabamos paseando juntos y tres chavas se rieron de mi porque pos estaba feicita mi conquista y aun asi, la presumia (neto, no exagero) y estaba feliz, como cuando iba en el kilometro 110 y yo creia ya llegaba........hasta que vi que decia que eran 250 km..........y como me mandaba mejes a cada rato "ya vas a llegar, a quioras llegas?" ...........
Y que decir cuando llegue a la central? Y la vi por primera vez, la agarre, la toque, y constate que estaba viva, que existia.........
No...........fuego y cenizas, y vida, que es a fin de cuentas de lo que se trata.
Los dolores que uno gana al entregarse sis... pero es chingón cuando uno se queda con eso... con que dio todo y no se quedó con nada como para darle vueltas eternas.
Chingao en serio que te admiro. Y te entiendo. Abrazos eternos.
PD.-
Que bonito post... de los mejores que te he leído.
Gracias a todos por sus comentarios. Volví a leer el post y lloré :(, no quiero que se llegue el día que esté sentada en esta silla, ni quiero que el hoy me dañe con esta maldita sensación de extrañarlo y saber que en verdad ya no puedo hacer nada, yo ya di todo y me siento hasta agotada porque no se me ocurre qué más hacer.
Gracias malachambas, usted siempre da en el clavo y sufre de corazón de pollo como yo.
Kuruni, sigo sin entender por qué me admira usted, si no soy más que una llorona que se la pasa dando y jamás recibe nada :( como condenada a la soledad. Pero te quiero y me encanta ue me aceptes como soy.
Publicar un comentario