viernes, 30 de abril de 2010

Poema de Sofía Santim

Tonta.
Tonta, ingenua,
sin corrales,
tonta.

Tonta
haciendo lo que no quieres,
porque quieres,
porque nadie te exige
pero tu otorgas
tonta.

Tonta,
desprotegida,
amaestrada
en tus manos,
sin colmillos,
tonta.

Tonta
sin alas,
sin sueños,
más que tus brazos,
más que la esperanza
de tus besos.

Tonta
que vendiste el alma
por algo de afecto.

Tonta
que nadie te garantizó
el mar
y andabas sola con remos.

Tonta
sin puerto,
sin marineros.

Viajera,
sin camino,
sin regreso.
Desprotegida,
sin lanzas,
sin respuestas.

Tonta
en la intemperie de la vida,
bajo la lluvia,
bajo el invierno.

Tonta,
sin corazón,
herido,
que sangra,
que se lamenta.
Tonta
con manos
trémulas,
pidiendo ahora
el salvavidas.

Tonta
que te perdiste,
que te esfumaste
en tus zapatos.

Soñando con sus brazos,
soñando con los besos
de la más letal ausencia.

Sólo había aire
tonta,
y tu creíste que era el cielo.

miércoles, 21 de abril de 2010

La casa del espejo.

Recuerdo tres cosas de esa casa de asistencia: la viejita intensa dueña de la casa, el llanto de un perro y un espejo.

Llegué a ese lugar a compartir renta (y cuarto) con mi amiga Isis, mientras pasábamos nuestro semestre de prácticas en un pueblo. Aunque teníamos distintos horarios (ella salía más temprano mientras yo ñoñeaba con la tesis o platicaba largo y tendido con un amigo de ojos bonitos) me tranquilizaba mucho tener a alguien conocido en mi vida. Sobretodo en aquél lugar dónde no había nada interesante además de mi trabajo y todo estaba cerrado los domingos.

De vez en cuándo oía a un animal llorar. Yo iba saliendo de una racha que casi me lleva al psiquiatra, entonces asumí que tal vez mi estrés, mi cansancio y mi necesidad de atención y afecto lograron hacer que imaginara ruiditos de nuevo. Temía mucho descontrolarme así que no dije nada. No tenía mucho caso de cualquier modo, ya que –a excepción de los fines de semana- era raro encontrarme allí.

Isis es una buena cuenta cuentos. Podía empezar a contarme sobre los chismes de quién se acostaba con quién en nuestra “universidad chica infierno grande” y terminar platicándome una película. Entretejía las historias sin darse cuenta y, dos horas después volvía a su cuento original. Yo le ponía toda mi atención excepto cuándo nos quedábamos platicando de noche en la cocina de la casa.

La dueña era una viejita costurera, por lo que no me pareció raro que tuviera un espejo de cuerpo entero en la sala, al lado de la puerta. Era de madera oscura pero muy cuidadito, sin adornos. Isis me hizo notar que estaba acomodado de tal manera que la señora (que era una viejita intensa y tacaña) desde su máquina de coser pudiera vigilarnos en la cocina o en la sala. Sin embargo, esas noches que yo me quedaba cenando con Isis y platicando hasta madrugada, a pesar de que la señora no estaba allí yo me seguía sintiendo observada.

Mi rutina en esa nueva casa se generó rápido, y siempre se me olvidaban mis miedos tontos hasta que llegaba a la casa. Así llegara a las diez de la noche o a las dos de la mañana, siempre estaba todo oscuro. La señora nos insistía mucho que la última pusiera la cadena y siempre que me daba la vuelta tenía la tentación de verme de reojo en el espejo. Me entraban unos nervios espantosos y me subía las escaleras corriendo (pero en silencio porque la señora en todo estaba).

Un fin de semana de aquellos, desayunando, volví a escuchar al animal llorar. Isis me dijo: pobre perrito, ya tiene mucho llorando. ¿Te deja dormir? (o sea, no estaba loca, si existía un llanto). Nos subimos a la azotea a buscarlo y allí estaba: un cachorro grande con los ojos tristes en un techo. Lo miré y le pregunté ¿Porqué lloras? Sentí mucha tristeza y una lágrima salió por mi mejilla. El perro se quedó seriecito. Estaba lejitos pero pude ver sus ojos y percibí que se sentía solo. No lo volví a escuchar llorar y aunque siempre tuvimos la espinita de buscar la casa para ver si le faltaba algo no recuerdo porqué no lo hicimos.

Pero como que se me quedó que no imaginaba cosas y me sentí más envalentonada para enfrentar cualquier cosa rara que volviera a percibir. Otra de esas noches mientras Isis me contaba completita la película del Hombre Bicentenario volví a percibir el espejo detrás de ella y me animé a mirar. Y vi una sombra reflejada. Allí estaba asomándose por el lado derecho. Quise encontrarle forma a cualquier luz o sombra que estuviera haciendo efecto pero no había nada, y esa cosa se movió y yo la vi y supe que vio que la vi. Entonces me quedé como friqueada. Pero no dije nada.

Para mi suerte, Isis también era perceptiva y tenía un background que la hacía creer. Y como que –también- le encontraba explicación a las cosas que me pasaban. De hecho le sorprendió mucho el incidente del perrito y cuando platicábamos de noche en la cocina si me llegaba a decir “ay ya vámonos a platicar al cuarto porque ya no me estás viendo a la cara otra vez” (o sea que si notó que no quería ver de reojo el espejo atrás de ella). Una de esas noches llegué y vi una sombra en la sala (me pareció un mundo que estuviera la luz de la sala prendida). Cuando entré –iba por ella para invitarla a una fiesta- la encontré cenando cereal en la silla más alejada de la sala. Me dijo bien seria “no manches, vi a una sombra en el espejo… ya lo vi yo también”. Le pregunté si había alguien más en la casa, me dijo que no. Le pregunté si se había parado en la sala minutos antes, me dijo que no. Nos sentamos (ojos bonitos y yo) a acompañarla a cenar y nos fuimos a la fiesta.

Cuando Isis dejó de vivir allí entré en depresión y no duré ni dos meses en la casa. No recuerdo si volví a ver al espejo, lo que si recuerdo es que nunca lo toqué.

martes, 20 de abril de 2010

Todo sería más fácil si el señor se dignara a aceptar que la ha cagado en ocasiones.

Y yo también XD.

viernes, 16 de abril de 2010

Solicitamos hermana mayor

Requisitos
  • 27 años.
  • Con twitter, facebook y blog.
  • Ojos bonitos.
  • Desempleada.
  • Que no sea superficial.
  • Que ame con el cuerpo.
  • Que escriba chingón.
  • Aptitudes de aconsejar a todo mundo,
  • Sin pasaporte, de preferencia antecedentes penales para que nunca se vaya.
  • Viva en DF o área metropolitana (por eso de que luego ni nos conocen).
  • Que le cague a la Chachis.

Imposible presentarse si no cubre TODOS los requisitos.

lunes, 12 de abril de 2010

3 veces 3

¡Hermanas, unidas, jamás serán vencidas!

Chido este fin ¿eh?

Creo que ya empezamos a surtir efecto.

sábado, 10 de abril de 2010

El lado oscuro del universo

Así se llamó una conferencia que dio un primo segundo mío en la UAZ ("Martes de la ciencia", en Rectoría). Por cierto, ¿cómo creen que se llama?

"En la actualidad, se sabe que para cada tipo de partícula existen también antipartículas, y que si interacciona una partícula con su correspondiente antipartícula pueden aniquilarse. Pero no existe el mismo número de unas que de otras; en realidad, en condiciones normales no hay antiprotones ni antineutrones, éstos sólo se producen en los grandes aceleradores de partículas. Tampoco en el espacio hay más que unos pocos antiprotones y antineutrones en comparación con la cantidad de protones y neutrones existentes.
Si existiera una gran cantidad de antimateria en comparación con la materia, se producirían múltiples colisiones en el espacio, que provocarían la emisión de una gran cantidad de radiación; así, las partículas se aniquilarían con las antipartículas, desapareciendo la mayor parte de la materia existente.

En general, se acepta que todo el espacio está formado por quarks, no por antiquarks, porque las leyes de la física son diferentes para las partículas y las antipartículas. Siempre se había creído que las leyes de la física poseían tres simetrías:

C, P y 1. La simetría C supone que las leyes son las mismas para partículas y antipartículas; la simetría P, que las leyes son idénticas para, una situación cualquiera y su imagen especular, y la simetría 1 supone que el movimiento de un sistema no se altera si se invierte la dirección del movimiento de todas las partículas y antipartículas. Sin embargo, se ha demostrado que la interacción débil no cumple la simetría P, es decir, el efecto de la interacción débil hace que evolucionen de forma diferente las partículas de las antipartículas. Tampoco posee simetría C, ni simetría combinada PC."

La antimateria, esa esquiva manifestación de la energía -si me lo preguntan a mí-, está formada de todos los amores contrariados. Por cada lágrima que derramamos, se forma en algún lugar del universo una anti-sonrisa. Está formada por cada amistad rota, por cada niño que pierde la inocencia. Por cada herida en el alma...

Por otra parte, "la materia oscura es algo que se inventaron para explicar el movimiento de las estrellas dentro de las galaxias. Si la ley de la gravedad funciona tal y como pensamos las estrellas dentro de las galaxias no podrían moverse de la forma en que observamos que se mueven. Para que las estrellas pudiesen girar al rededor de un centro de esa forma sería necesaria muchísima más masa al rededor de la galaxia, pero como esta masa no la han podido ver ni detectar se inventaron la "materia oscura", materia con masa pero que no se puede detectar de ninguna manera, sólo por su gravedad".

Entonces -también, según yo-, la materia oscura se forma por todas esas razones que nos llevan a derramar lágrimas (uno puede llorar de gusto, de tristeza, porque es un actor, porque se pegó en el dedo pequeño del pie andando descalzo, de emoción, porque se rompió un hueso, porque partió cebolla, porque le entró polvo en un ojo, porque tiene gripe...), o sonrisas (y también se puede reír de gusto, de nerviosismo, porque es un actor, porque es sangrón, o por un buen chiste). Y por eso es tan difícil de detectar por otra cosa que no sea por la gravedad...