lunes, 17 de diciembre de 2012

Hoy el mundo ha dado otra vuelta, pero no me ha preguntado



Dicen que el mayor reto es salir de tu zona de confort, pero por eso la llaman así, porque es lo que conoces y donde te sientes lo que eres. A mí me gusta salir de vez en cuando y descubrir lugares nuevos pero en ocasiones creo que eso también ya forma parte de mi rutina.

Sin embargo, en  cuatro meses me he enfermado del estómago tres veces, he vivido en cuatro lugares diferentes y he viajado a tres. A todas esas experiencias van aunadas muchas nuevas, socializar para conseguir camaradas de salida, de momento, de fin de semana y entre ellos uno que otro amigo; añado la experiencia de una relación amorosa estable y todos los miedos que me frenan y las esperanzas que me empujan.

En el último viaje yo quería encontrar como esas revelaciones divinas que se te dan cuando te alejas de algo pero ¿alejarme de qué? Todavía no tengo una vida fija de la cual alejarme, sería como alejarme del alejamiento previo; lamentablemente no obtuve respuestas de ningún tipo, no hubo catarsis ni mucho menos, solo la firme convicción de estar constantemente fuera de mi zona de confort. Creo que las decisiones ya las tomé, solo estoy viviendo las consecuencias de estas decisiones y hasta la fecha no me he arrepentido de nada, de hecho de nada serviría eso.

Ahora que es diciembre estoy por pasar a mi ritual de cierre de año, en el que escribo una recapitulación de lo que cambió y de lo que permaneció, eso siempre me ayuda. Además estoy en el proceso de plantearme nuevas metas porque las pasadas ya se cumplieron en su totalidad, éstas las propuse hace dos años más o menos.

Lo que es verdad es que una parte de mí quisiera regresar a la zona de confort o poder construirla aquí pero sé que no es posible ya que mi naturaleza tiende a llevarme a descubrir lo nuevo y que mis decisiones sean tomadas con el corazón. Ustedes hermanitas han sido un apoyo grande a través de estos momentos.
Abrazos y así.

1 comentario:

Kuruni dijo...


Eres un espejito mágico de una mujer chingonsísima llena de cosas padres que también quiero tener. (espejito a lo que aspiro en muchas cosas).

Que este fin de año esté lleno de chispitas de buena vibra y que todo lo bonito que me has regalado la vida te lo regrese con creces.

Te quiero sis.