martes, 1 de septiembre de 2009

It's not that we're scared, is just that it's delicate

Y algunas noches me llega un hambre insaciable de música, música, música... música para escuchar con los ojos cerrados, o con la luz apagada, abrasada por las lágrimas, pellizcando almohadas sin pulso, sin cerebro y sin voz, dejando que las canciones para llorar me arrullen poco a poco, hasta que se rinda la soledad...

2 comentarios:

Ana Marinera dijo...

A mí me pasa tanto con la música, como con los libros, las lecturas. Una locura repentina inexplicable...

Karabá dijo...

Sí, otras noches es la poesía y otras más, es escrebir zonzadas