miércoles, 29 de septiembre de 2010

Caminante en el camino andamos

La Karabá ya ni pela este blog. snif.

Me anda pasando todo raro, no sé, yo sé que la vida es la vida. Todos los días me levanto contenta porque estoy viva, porque tengo la oportunidad de pasar un instante de la eternidad, de tener un goce del exterior, aunque sea limitado. Luego como ser humano me empiezo a atormentar por tonterías, y lloro. Luego me pongo toda contenta y ando de aquí apra acá y me quiero comer el mundo; sueño despierta y me imagino que vivo en Australia, que voy a la India, que viajo en tren y que alguien me despide en un puerto.

A veces quiero convertirme en el personaje que nunca escribo, porque siempre que quiero escribir un cuento, termino hablando de mí misma, y muchas veces no me agrada lo que leo.

Tal vez de eso se trata la vida.

Luego dije que quería la oportunidad de poder escribir, de sentir esas ganas. Ahora no puedo parar de hacerlo. No es lo haga bien, ni que diga muchas cosas, pero lo hago mucho. Ahí está que ando de aquí para allá viendo dónde puedo vaciar las cochinas palabras que neta neta se me desbordan.

Es la etapa en la que no entiendo qué pasa, porque todo pasa muy rápido, no sé si les ha pasado igual. Before that, o sea, antes, (XD) pues aunque estaba escuincla me la pasaba quesque de melancólica por no sé qué cosas y ahora pienso que es estúpido ese sentimiento. Ya no quiero estar extrañando cosas que sé que no volverán. Si alguien sabe qué se hace con eso, ojalá me pueda decir.

Luego llegan frustraciones, eso de la UNAM, luego lo de yasabenquién. En verdad a veces sí quiero creer en el destino con todo mi corazón, pero pues lo que he visto es que en realidad uno se lo va haciendo. Hay caminos que se cierran ya de por sí, y otros que por más que uno los evita, los termina caminando, pero indudablemente uno es el que pone más de su parte.

Chale qué enredos traigo en la cabeza.