miércoles, 3 de octubre de 2012

Escritoras y mágicas

Hace dos meses fui a tatuarme una palabra en la muñeca. Es una escritura que nació en China y que solo conocían las mujeres, pues la crearon para poder comunicarse entre ellas y expresar sus sentimientos en una época en que no se les permitía. La escritura se llama Nushu que significa "mujer escribiendo". Me tardé en elegir el tatuaje porque uno no se raya cualquier cosa nada más porque sí, debía tener mucho significado; para mí significa mucho.

Primeramente, significa la vida que empecé a tener a partir de los catorce años, cuando dejé de ser niña y mi personalidad comenzó a formarse, cuando la maestra que más influyó en mi vida me dijo que yo era diferente y que tenía el don de la escritura y de la sensibilidad. Fue el mismo año en que decidí, en mi cumpleaños, empezar a escribir un diario para registrar mi vida. Es una idea muy romántica pero es el registro y desahogo de mis días.

También ese tatuaje representa mi vocación por las letras, y aunque ahora parece que estoy alejada un poco de ellas no es así, estoy en una etapa de comprensión de mi entorno, de mi América Latina que tanto quiero entender en la teoría y la praxis. Representa cada cosa que he leído, escrito, compartido con mujeres qu esecretamente nos pasamos en cuadernos, en palabras aventadas al aire.

Pero también representa esa "otra" vida que he hecho, esa como asociación secreta donde me reúno con mujeres en la virtualidad y con nuestro propio "código" nos contamos cosas. Los chismes literales están perdidos en un montón de chats y conversaciones, en reencuentros esporádicos por algunos lugares del mundo, es como esa película donde las mujeres se reúnen a contar sus historias en un taller de bordado pero aquí es gracias a la virtualidad.

Gracias a ese milagro conocí a muchas mujeres como yo, que sienten y escriben aunque no se dediquen precisamente a las letras. Dos de ellas son ustedes, Kuruni y Karabá, a quienes conocí precisamente por una extraña coincidencia, por alguien que nos veía iguales... y tenía razón. Ayer estuve rediseñando mi blog personal y al hurgar en escritos pasados vi comentarios de ambas y no pude evitar pensar en lo maravilloso que ha sido tenerlas en mi vida, incluso si existen lapsos en los que no estamos tan en contacto.

No sé que sería mi vida si ustedes hubieran aparecido, en verdad no me la imagino, ha habido tantas decisiones pequeñas y grandes que se han decidido en inbox, noches en las que nadie más podía consolarme más que ustedes, momentos en los que mi mente era una nube y ustedes la aclaraban.

Creo que ahí está la magia de todo y aunque hemos descuidado este blog por ocupaciones personales. Pues aunque geográficamente estemos lejos, seguimos estando las tres aquí en este mini espacio, que todavía es nuestro. 

Todos los días al mirar mi tatuaje pienso en ustedes, y en chicas como Mine, Silvana y Cris que también me han ayudado a crear un mundito común en el que nos entendemos al tener la misma sensibilidad. Hoy tenía ganas de escribir, no quiero dejar de escribir, no quiero que si la vida cambie lo que nos une lo haga también; quiero llegar a los 40 creyendo en la magia y en las coincidencias, y tener a quién contárselas.

 

1 comentario:

Kuruni dijo...

Estoy chillando. De emoción. :)

Yo también quiero llegar a los 40 creyendo en la magia y en las coincidencias y tener a quién contárselas. Y también les agradezco que estén aquí conmigo todo el tiempo.

Abachobecho sisi.