lunes, 8 de junio de 2009

no ti has fijao?


¿Cuántas veces les ha pasado esto? Que un nombre se les "atora" en la garganta, en la punta del alma, en el centro de la vida... un nombre que nos puede abrir el cielo, o que dicho en el momento equivocado nos puede mandar straight to hell. Sí, les debe haber pasado ya, incluso más veces que a mí.

Se siente tan raro, llamar a esa persona y darse cuenta que en realidad quería uno pedir una tortilla, un vaso de agua, una fotocopia o un vestido azul. Que tu mascota no llegue, que tu respuesta confunda al inquisidor, porque ellos te escucharon contestar con aquel nombre. Y luego te miran como si no fuese el nombre más lindo del mundo... y peor si sonríes al darte cuenta de lo que has dicho, piensan "pobrecit@, está id@", o sabe qué otras cosas pensarán de uno.

Y es que otras veces ni siquiera es necesario que se te escape el nombre, porque disfrutas tener su sabor en esta boca, que quizás jamás se toque con la de ese nombre, y justo en ese instante puedes creer que sí, que se han tocado antes, que se tocan entonces y se seguirán tocando, hasta que de ese nombre no quede nada. Y ahí es que te descubres sonriendo como Gioconda, sonriendo con un secreto, sonriendo y tratando de esconderlo, hasta que te descubres y es demasiado tarde, por lo que ahora sonríes descaradamente, descaradamente y luego tu pie se cruza en el camino de una roca, o tu mano suelta la libreta donde luego escribirás lo mismo, o saludas a alguien que ni siquiera conoces... y luego vuelves a sonreír pensando en ese nombre. Pero tienes que despertar, y la gente no entiende lo que esas letras ordenadas precisamente de esa forma, significan para tí.

Dejo de escribir ahora, porque no quiero que este nombre en particular se me salga de la boca a estas horas (2am), es muy tarde o muy temprano, no quiero que se pierda o que lo digan a lo loco, o que lo callen y lo guarden donde ya no lo pueda encontrar... así que hoy no trato de escribir en la oscuridad tu nombre, porque lo tengo escrito aquí dentro, ni trato de decir a oscuras todo esto, porque el sólo hecho de pensarlo enciende una lamparita que nomás no se apaga. Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado, amordazado por mi voz porque no puedo dejar que se profane.

2 comentarios:

Kuruni dijo...

A mi si me ha pasado. Según yo estaba llamando a una amiga para enseñarle a concentrar un extracto y dije otra cosa. Muy muy raro.

mO* dijo...

sabines rules, tu tmb ruleas yustupifarás!