lunes, 1 de marzo de 2010

When the stars go blue (I)


¿Alguna vez han creído en la reencarnación? ¿les gusta la mitología? Desde que puedo recordar, he tenido una fascinación por esos temas. Ahora sé por qué.

Fue la manera en que te aseguraste de que no te olvidaría. A través de siglos, de culturas, de kilómetros y vidas, te las arreglaste para que encontrara el camino hacia tus manos, hacia ese suave murmullo de tu alma, con mi nombre grabado.

Cuando desperté a este mundo, sentí que algo hacía falta, que nací con un vacío que tal vez no llenaría nunca, de manera que siempre sentí que tenía que buscar algo, aunque no sabía qué. Después, comencé a soñar cosas "extrañas" y a descubrir con desconcierto que determinadas palabras me "seguían" a donde fuera, y que incluso parecían guiarme, pero no sabía hacia dónde o hacia quién.

Pero ni dejaba de tener esos sueños, con mucha gente desconocida caminando en todas direcciones, y de entre ellos repentinamente había alguien que se detenía y me miraba fijamente, me escudriñaba y luego desaparecía. Viajes extraños a través de ríos desconocidos, con sacerdotes esperándome y dándome consejos. Pero el sueño que más impacto tuvo, sin duda fue aquel en que estaba preparándome para la llegada de la persona de mi vida; por unos instantes ese gran vacío desapareció para dar cabida a una alegría que no imaginé poder sentir en miles de años... pero desperté y de nuevo, este mundo era como un enorme cráter, frío, sin luz, sin cielo y sin nada.

Ahí fue cuando comencé a prestar más atención a todas las pequeñas señales, incluso comencé a documentar cada vez que tu nombre aparecía, que cierto lugar resaltaba entre todos los demás lugares [por un tiempo estuve confundida, lo confieso, porque conocí a alguien que vivía ahí; pero pronto comprendí, gracias a más señales, que estaba en un error]. Que tuve miedo, no lo niego, pero tenía que averiguar qué estaba pasando, ¿qué estaba pasando? Así que me arriesgué y consulté a un oráculo que muy lejos vive, es famosa entre cierta gente que respeto, por eso me decidí a preguntarle.

"Quiere decir que ahora puedes ver cosas que antes te eran ocultas", como era de esperarse, una buena pitonisa no diría las cosas en el lenguaje vulgar de la gente; parte de una buena adivinación es dejar que las personas interpreten los mensajes, que miren en lo más profundo de su ser y escuchen a su corazón. ¿Que cómo lo tomé? La verdad no fue tan difícil, pues unos meses después de escuchar a esa mujer sabia, se repitió la escena de mi sueño [casi].

Me encontraba en una fiesta en un amplio salón, bien iluminado y de pronto una fuerza me arrastró, me obligó a dirigir mi atención hacia la entrada, justo a tiempo para ver que iba saliendo un joven, que aún de espaldas, hizo que ese recocijo resucitara, que la música dejara de sonar y que el mundo dejara de girar, "...cosas que antes te eran ocultas" y entonces, sucedió algo extraordinario: ese joven se dio media vuelta y descubrí los ojos más enigmáticos del mundo, y comencé a llorar. Llorar. En medio de toda esa gente, durante la pieza más alegre, no podía dejar de llorar...

3 comentarios:

Ana Marinera dijo...

Ahora estamos más conectadoas y conscientes...

Israel Junahan dijo...

Es gracioso que ese artículo-cuento-cosa que se llama Nobody Knows habla de cómo se mueve el engranaje de este circo-mundo para cruzar historias, causas, personas, y ahora, estoy en tu blog por causa de este artículo, es decir sin proponérselo cumplió su cometido. Qué bueno que te gustó mi chamba, saludos.

Karabá dijo...

Exacto! jaja saludos back