Soñé una feria de ésas de pueblo, donde hay juegos mecánicos viejos y pequeños. Había puestos pero en general todo estaba oscuro. Me subí a un juego que me emocionaba mucho de niña, lo llamábamos la crema batida y eran como unas tacitas que daban vuelta en su eje y a la vez giraban cíclicamente y sin parar.
"¿Se supone que esto debe divertirme?" Me preguntaba a mí misma mientras daba las vueltas eternas que antes tanto me divertían y causaban adrenalina. Me hastiaba tanto pensando en cómo era posible que antes me revoloteara la mente y las entrañas. Al terminar me bajé a buscar un juego más divertido, menos viejo, menos pequeño... al final del sueño no lo pude encontrar, pero la búsqueda continuaba.
Después entré a un puesto de souvenirs, donde había todo tipo de serpientes sueltas, sin protección, sin jaula, con actitud amenazante. Le preguntaba al muchacho que trabajaba ahí que si no le daba miedo tener que lidiar con esos animales y que para qué los tenían. Me explicó que su trabajo era disecarlos y convertirlos en llaveros, cuando veía éstos eran una reproducción miniatura de los animales antes terroríficos, eran un objeto que podías tener cerca de tu cuerpo y manejarlo a tu antojo a riesgo de incluso ignorar su funcionalidad.
Tomaba los llaveros entre mis manos y me parecía impresionante que pudiera tener miedo de esas serpientes.
-¿Te ha mordido alguna? -Le preguntaba yo, curiosa.
- Sí, pero no ha pasado a mayores.
- ¿No te da horror hacer este trabajo? ¿Por qué no lo dejas?
- Sí me da, pero es que ya tengo una promesa para trabajar en una empresa de paquetería, me gusta mucho, es lo que siempre he querido hacer, pero estoy todavía yendo a capacitación. Lo que más me emociona es que podré enviar paquetes a todas las partes del mundo y recibirlos también, pero lo pronto tengo que soportar a las víboras para pagarme mis gastos.
Satisfecha, me retiraba de ahí pensando en lo agradable que era encontrar a un muchacho así. Unos pasos después me preguntaba por qué no me había regresado a pedirle su número de teléfono, pues se veía como alguien feliz, que luchaba por sus sueños y se parecía tanto a mí y a mis miedos.
Seguí buscando.
2 comentarios:
que padre sueño. que bonito todo lo que significa. A seguir buscando.
Yeah, me gustó. Anoché me mordió una cobra. La maté, le desbaraté la cabeza.
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