domingo, 22 de noviembre de 2009

Notre petite fille

Yo opino que oficialmente es nuestra hija (por extraño que suene según la Yam). Pero si lo pensamos:

1. Como Chachis, habla francés.

2. Es tierna como Kuruni.

3. Está loca como Karabá.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Muy a la Mark Ryden


martes, 10 de noviembre de 2009

Las 3 Marías. Yo no quiero ser María.

ES OLVIDO (Nicanor Parra)

Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas,
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa.
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aun, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida,
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.
Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Danny Bob (II)

II.

Aprendí a quererlo. No podía quererlo como se quiere a un hombre, ni quererlo como se quiere a un amigo, aprendí a aceptarlo y aceptar nuestra situación. Conocí a cada una de sus conquistas, todas compartían los mismos rasgos físicos: tez blanca o morena clara, cabello largo lacio, perfecto, cara hermosa, figura proporcionada, mirada inocente. “Qué ingenua”, decíamos todos cada vez que una nueva presa se acercaba. “Qué ingenua”, repetía yo, al saber que ellas veían en él al hombre perfecto que habían creado en su mente desde pequeñas, ellas pensando en “para siempre” con la mirada perdida en su mirada, aportando un gran esfuerzo de quedar bien con nosotros, y particularmente conmigo, en ese primer y único encuentro.
Desafortunadamente, la vida amorosa para Danny no podía basarse sólo en esa fachada hermosa, como una casa pintoresca, y fresca, él requería su adrenalina incesante. Entre semana, ese bar de mala muerte de su padre se convertía en el lugar de visitas casuales, adonde Danny llevaba a sus conquistas efímeras, de quienes obtenía los placeres que no se atrevía a arrebatar de sus inocentes compañeras sociales.
Jamás conocí a sus amantes, sabía que igualmente eran hermosas, casi siempre mayores que él. Siempre me ocultó la existencia de su “hotel”, no sé por qué, pero yo lo sabía porque entre palabras después de mucho alcohol, alguien la mencionaba. Alguna vez le sorprendí en más de un problema con esas mujeres porque ellas querían algo más, o lo descubrían con la novia en turno, en cuyos casos siempre salió bien librado. “Qué ingenuas”, me volvía a repetir mientras me quedaba pensando en lo diverso de los escenarios de su vida amorosa: la luz neón y las manos estrechadas con respeto.
Sin embargo, siempre tuve mi distancia exacta, aunque cada vez era mayor, pero Danny sabía que yo estaba ahí, él sabía que a pesar de todo, yo vería por su bien antes que por el mío. Siempre me conservé como la amiga, que aunque cada vez le prestaba menos atención a sus palabras, era por lo menos ese ente que está a su lado, que lo abraza cuando todo ese gran conglomerado de ego se viene abajo, hasta el más profundo de los abismos. Yo no era la novia virginal, ni la amante despreciada, era su mejor amiga. Al final de cuentas yo era la más ingenua.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Y luego le toca a uno hacer como que cree en lo que le están diciendo...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Manual para identificar nefastos

Por favor no se casen con un nefasto, tenemos que detener su reproducción.

Los nefastos son seres de madurez intelectual y sensible de 14 años aproximadamente, quizás un severo golpe al jugar fútbol, los estacionó en dicha etapa de la vida.

He aquí lo que la experiencia me ha enseñado sobre los nefastos:
  • Suelen ser infantiles, te quitan las cosas, te dan a probar comida y te la quitan de la boca cuando ya las vas a probar, te pican las costillas.
  • Se quejan de que las bonitas anden con los de dinero o caritas, pero ellos también son superficiales, ya que jamás andan detrás de una chica linda no tan despampanante.
  • Le ponen nombres a partes eróticas de tu cuerpo: tus chicharrones, tus nenas, tu detrás, las tortas de jamón...
  • Quieren tener a toda costa contacto físico, a pesar de tus insistentes y mamonas muestras de rechazo.
  • Admiten que quieren una mujer hermosa, cariñosa, inteligente, que cocine como su mamá (y ellos son feos, lusers, ne fas tos, tontos, tercos, y actúan como niños).
  • No notas la diferencia entre su "yo borracho" y su "yo sobrio".
  • Se quejan de no tener novia...
  • Quieren hablar de sexo, y terminan hablando de sus experiencias viendo porno y que una vez se le vio todo a una chava con una blusa transparente.
  • Sus preguntas sobre sexo son nefastas, ejemplo: ¿las mujeres fantasean estar con dos hombres?
  • Te agregan al Hi5, facebook, y se la pasan hablando de lo "buenota" que sales en las fotos.
  • Si llegas a salir con uno, se la pasan hablando de su ex...
  • Se ponen pedos muy rápido, no te escuchan, te piden que pagues la cuenta.
  • Y un montón de etcéteras que agregaremos...

Y el caso excepcional que me tocó: el estúpido fue con dos señores de 40 años a apostar un juego de billar, y no conforme con eso, cuando perdimos les dijo que yo les pagaba (...). Claro que lo mandé por un tubo, pero qué pedo... a la salida los señores me dijeron que no pagara, pero que les diera mi número de teléfono. ¿El nefasto? no sé, no lo volví a ver... ja ja.

martes, 3 de noviembre de 2009

A thousand splendid suns (Khaled Hosseini)

MARIAM
"Look at me, Mariam"
Reluctantly, Mariam did.
Nana said, "Learn this now and learn it well, my daughter: like a compass needle that points north, a man's accusing finger always finds a woman. Always. You remember that, Mariam."
. . .
"I thought about you all the time. I used to pray that you'd live to be a hundred years old. I didn't know. I didn't know that you were ashamed of me."
Jalil looked down, and, like an overgrown child, dug at something with the toe of his shoe.
. . .
"Oh, Mariam jo".
He sat next to her and cupped her face in his hands. "You go on and cry, Mariam jo. Go on. There is no shame in it. But remember, my girl, what the Koran says, 'Blessed is He in Whose hand is the kingdom, and He Who has power over all things, Who created death and life that He may try you'. The Koran speaks the truth, my girl. Behind every trial and every sorrow that He makes us shoulder, God has a reason".
But Mariam could not hear comfort in God's words (...) All she could do was cry and cry and let her tears fall on the spotted, paper-thin skin of Mullah Faizullah's hands.
. . .
She turned to Jalil again. "Tell them. Tell them you won't let them do this".
"Actually, your father has already given Rasheed his answer", Afsoon said. "Rasheed is here, in Herat; he has come all the way from Kabul. The nikka will be tomorrow morning, and then there is a bus leaving for Kabul at noon".

LAILA
I know you're still young, but I want you to understand and learn this now, he [Babi] said. Marriage can wait, education cannot (...). You can be anything you want, Laila. I know this about you. And I also know that when this war is over, Afghanistan is going to need you as much as its men, maybe even more. Because a society has no chance of success if its women are uneducated, Laila. No chance.
. . .
Laila remembered the first time he'd shown her his stump. She'd been six. With one finger, she had poked the taut, shiny skin just below his left knee (...) She'd asked him if his stump hurt, and he said it got sore at the end of the day, when it swelled and didn't fit the prosthesis like it was supposed to, like a finger in a thimble. And sometimes it gets rubbed. Especially when it's hot. Then I get rashes and blisters, but my mother has creams that help. It's not so bad.
Laila had burst into tears.
. . .
"I wish there was something I could do", Laila said, meaning it. But it came out sounding broad, perfunctory, like the toke consolation of a kind stranger.
"You're a good daughter", Mammy said, after a deep sigh. "And I haven't been much of a mother to you".
. . .
They got out of the taxi. Babi pointed. "There they are. Look". Tariq gasped. Laila did too. And she knew then that she could live to be a hundred and she would never again see a thing as magnificent.
The two Buddhas wre enormous, soaring much higher than she had imagined from all the photos she'd seen of them.
. . .
And there was Tariq now, seated beside Laila on the couch, looking at the ground, hands between his knees. Saying that he was leaving. Not the neighborhood. Not Kabul. But Afghanistan altogether. Leaving.
. . .

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ironía tecnología y promesas rotas.

No se ustedes sis pero yo tengo una lista algo extensa de prometas amorosas rotas (unas por mí y otras por los exgalanes). Cada persona tiene su historia y sus promesas rotas en la vida de otras personas. Yo era de cumplir destinos pero después de terminar una mala relación (que al final era más bien un juego de no deberse nada: un golpe presente para emparejar uno del pasado, enterarse de otro golpe y justificar otro and so on) como que me cansé de las promesas y del pasado y me volví más aquí y ahora.

Aunque sigo construyendo a futuro, lo hago de una manera más práctica.

Les conté de mi cartita por feisbuc: un no-ex me invita a su boda cumpliendo una promesa de hace años (creo que cuatro años). Esa persona le tengo recuerdos buenos y malos, y después de estos años puedo sumar las experiencias buenas y restarles las malas y el resultado es que no me interesa su amistad y su contacto. No por coraje, ni por dolor... simplemente dejé todo allí. A pesar de que me causa cierto extrañamiento (ego, qué más puede ser) la invitación. Porque 1.- La idea de invitarnos era seguir siendo amigos y no se dió entónces a nadie le haría bien que fuera ¿para qué me invita? ¿por nostalgia? ¿porque me recuerda? ¿por el simple hecho de cumplir una promesa? 2.- el facebook es más impersonal que el correo electrónico o el messenger ¿que no? y 3.- yo no tengo ninguna intención de invitarlo a mi (futura-hipotética) boda. Le deseo todo el bien del mundo pero ni siquiera he sido para desearselo mediante otro mensaje por facebook. ¿Porqué? no lo sé. Me importa lo suficiente como para divagar sobre eso aquí pero no tengo nada que decirle... y no me gustó la sorpresa.

Otros no-ex (y un bonche de amigas con las que he perdido dos tres contacto) también se han casado y me ha dado harto gusto, me han invitado como parte de la bola de sus conocidos y los he felicitado como parte de la bola de sus conocidos. Da nostalgia y alegría. Quizás porque yo también he construído una vida y aquí y ahora la sigo manteniendo.

El facebook se ha vuelto un vicio y lo ando dejando (jajaja), es impersonal pero es una manera estar al tanto de la gente que has conocido... sobretodo cuando conoces a tanta gente de tantos lados y prometes -siempre prometes- seguir en contacto.

Se que lo digo mucho, pero mi vida ya no tiene tanto drama y sí mucho trabajo y mucho tiempo ocupado (por eso quiero dejar mis vicios) quizás es la razón por la que uno termina nada más quedándose con los juramentos que se ha hecho a uno mismo y las promesas que te ayudan a seguir y crecer.

Por lo menos eso intento.

Abachos sis.

PD.-¿Han oido la canción Erase/Rewind de The Cardingans?

domingo, 1 de noviembre de 2009

Danny Bob

I.

Sostenía su cigarrillo sintiéndose un James Dean, pero evidentemente los años le pesaban en las orillas de los ojos. Esta tersura de piel que volvía locas a todas las mujeres, ahora se sustituye por manchas de notoria vejez.

Esos brazos de acero eran invisibles, cubiertos ahora por esa chaqueta de piel que se compraría en una tienda de baratijas. Su motocicleta, al igual que él, refunfuñaba ronroneos carraspeantes de cansancio; las mismas botas de la suerte, con el olor penetrado de tantas repintadas, para disimular el paso del tiempo. Sin embargo nadie podía negar que para él, toda esa gloria seguía en pie, no se venía abajo ni con las pruebas más fehacientes de su decadente imperio de mujeres y cerveza importada.
Con la gracia que ya le falta, toma sus Ray-Ban con una pata floja, la cual acomoda con cuidado para evitar su caída. Toda esa maniobra resulta con tal habilidad, que del cigarrillo aún penden las cenizas, que retira con un suave movimiento de mano, aunque parece que el pulso ahora le maraquea un poco más.
Tose fuertemente, y de repente todo (lentes, cigarro, chaqueta de cuero y el orgullo), se le vienen abajo justo sobre la mancha de aceite que su motocileta orinó. No existía mejor manera de percibir este retrato, de no ser por la luz neón de ese bar de mala muerte que su padre le dejara hace veinte años, cuando él se sentía invencible. Ni con la advertencia de su trágico futuro frente a él, pudo advertir que su vida seguiría otro camino.
(fin de I.)
¡Ay! ese día...