(Difícil hablar de una misma)
Sufro tormentos bipolares, soy la payasa, la egocéntrica, la mandona, hiperactiva e inquieta, imitavocesurraca, la que sufre de claustrofobia constante y busca salir corriendo todas las noches para no caer en la locura.
Au contraire... adoro estar sola, mi espacio, mi tormento de cuatro paredes que guarda desde juguetes, antigüedades, libros viejos, olores a papel nuevo, cerros de libros, papeles llenos de tinta verde que a veces dicen algo.
La vida me hizo libre, me hizo desear siempre más de lo que tengo enfrente, lo que me lleva a meter las narices donde no debo, y a veces resulta algo. Bue... yo no creo en dios, o por lo menos no me preocupo mucho, día a día construyo el hoy, disfruto lo que hay y lo que no, ni siquiera lo paso por la mente.
La libertad es algo interno, profundo, que se gana cuando realmente se desea... lo demás son artificios. Nunca dejaré de ser niña, porque nunca dejaré de soñar.
(Sin embargo, no dejo de pensar cómo ayudar a que este mundo cambie, este que grita dolores, que busca consuelos... espero las utopías).
1 comentario:
Nunca dejaré de ser niña, porque nunca dejaré de soñar... orale... vayamos juntas a Nunca Jamàs...
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